
El último fin de semana de enero tuvo lugar el 1er gran evento para conmemorar el año internacional de la astronomía, tuve la oportunidad de asistir a dos sedes que demostraron que, a pesar de que se tengan los mismos recursos, la organización es fundamental para tener un evento de gran éxito o un evento realmente mediocre, mi experiencia es la siguiente:
*CHOLULA, llegamos más o menos a las 10 de la noche, la inauguración del evento estaba planeada y anunciada por la página oficial a las 6 de la tarde, con actividades y talleres hasta las 12 de la noche, pues cuando llegamos todo estaba ya cerrado, el acceso a los telescopios para la observación de estrellas, a los relatos alusivos y hasta a la mayoría de los talleres, por el sonido local anunciaron la presentación de un grupo de jazz que nunca toco y con el ballet folclórico de Cholula, que ha decir verdad, fue lo más agradable de la noche, eso y los fuegos artificiales, aunque lo bonito del ballet se vio opacado por el mal sonido y la iluminación francamente desastrosa, no tengo idea de cuanta gente esperaban los organizadores, pero sus grupos de 20 personas (a lo mucho) fueron insuficientes, además de que según ellos tenían 500 voluntarios a cargo del evento nunca hubo alguien que orientará, que explicará o que de manera amable informara porque no podíamos entrar al área delimitada del evento, me había hecho muchas expectativas de su noche de estrellas que resulto estrellada.
*PUEBLA, el domingo como a las 9 de la noche llegamos al centro de Puebla sin esperar ver algún evento relacionado con la noche de las estrellas, sin embargo había mucha gente formada para los telescopios, también había una fila para entrar a un pequeño planetario instalado a un lado de catedral, había muchos chavos y chavas contando historias y leyendas relacionados con las estrellas, con las constelaciones, con los planetas, incluso estaban vestidos muy elegantes y traían cargando lamparas que los distinguían como parte de la actividad, estuvimos ahí largo rato oyendo las historias y después fuimos al área de los talleres donde se podían elaborar tarjetas, móviles, entre otras cosas, nosotros hicimos una bóveda celeste y ahí recibimos la explicación de la actividad de manera amena. Resulto que al final del día quede muy emocionada con lo que pude ver, escuchar y aprender de un lugar del que no esperaba nada.
Ojala que las experiencias de los que participamos en la noche de las estrellas sirva para que las siguientes actividades tengan mejor resultado, y que los organizadores se pongan las pilas, pues su propuesta de acercar a la gente a la ciencia es muy buena, pero hay que poner atención en la gente responsable de organizar las actividades.